Un día en el Persa BIO-BIO

BIO-BIO---DE MI AMOR

Quien no ha ido alguna vez a una feria persa, una feria libre, el “cachureo” al final o al comienzo, son parte ya de la tradición de los ciudadanos de este querido Chile, especialmente en la capital, casi todas las comunas de Santiago y la Región Metropolitana tienen una o mas. Dejando de lado el tema policíaco, ya que se juntan malandras, el tour por estas singulares galerías de lo insólito es fascinante, desde los más expertos en encontrar “picadas” hasta los que por “casualidad” encontraron eso que buscaban o era un utensilio usado por sus ancestros.

Los niños la mayoría disfruta el paseo, siempre y cuando el papi, los provea de su bien abastecida comida “chatarra” la mami, mira sorprendida los aprontes de su bien amado cuando regatea una “porquería”, según ella, no sirve para nada. En columna india todos de paseo por el persa, gordo, le dice ella, sácate la chequera del traste te la pueden sacar, yo te la llevo en la cartera y tiene toda la razón, la introduce en su cartera y se la cruza por delante protegiéndola con sus torneados brazos como si se tratara del testamento familiar. Generalmente estas incursiones a los persas, son previamente analizadas en familia, cambiar un shoping por una feria de las pulgas hay harta diferencia. Como hay que convencer, el argumento principal es que le dieron el “dato” que encontraría allí y no en otro lugar el repuesto para su Collins KWM2A, ella ya sabe como emprender el safari, calzado cómodo, vestida como la preferida del sultán en actividad pública, nada que se vea o se insinúe pecaminoso, así evitar las “enserronas” o “tacos” con los infaltables “agarrones”, lentes oscuros tipo antiparras para captar el entorno sin que le digan “que mirai sapa”. Los niñitos bajo estricto mandato de no apartarse de los papis, y con la recomendación que si se ven perdidos pregunten por un carabinero, profundo error los paquitos, no están para cuidar cabros chicos, andan en busca de cabros más grandes, “patos malos”. El transporte muy importante, en que auto vamos, ni por nada el Nissan Murano de la mami, vamos en la hilux del trabajo de papá, buena opción por si al caballero se le ocurre comprar un mueble estilo Rococó. Llegando al Bio-Bio, en este caso del tour, donde estacionar gran problema, también le datearon que no pregunte por estacionamiento con parquímetros, los parquímetros allí caminan y hablan, se lo lavo jefe, no se acepta, la hediondez que queda después del lavado “prolijo” no se lo saca con nada. Al poco andar los niñitos ya quieren comer cosas “extrañas” la mama les dice un rotundo NO, y agrega.. ¿no se fijaron en las manos del tipo? Bueno una bebida si. Algo quizás mágico ocurre con los niños, se detienen a observar y quieren tocar todo, es un mundo nuevo para ellos, llenos de fantasía, monitos, autitos, muñequitas cajitas de música, juguetes olvidados y entregados a su suerte por otras generaciones previas, la madre en su singular estilo queriéndolos proteger, les susurra, ¡no lo toquen esta sucio! como si les diera la corriente quitan sus pequeñas manitos del objeto que les llamo la atención,…sigamos el papa se adelanto. ¿Gordo encontraste lo que buscabas? No...es más allá donde OXT …¡eso suena como una marca de profiláctico, gordo! Media hora en el Bio-Bio y surge un pequeño problema…los niños quieren ir al baño…culpa de la bebida. Gordo nos vamos dice ella, no hay problema justo a 20 pasos “baño público” ¡$100 por nuca jefe!, los ¡niños no entran ahí, estas loco!.. que prefieres, pagamos los $300 porque yo estoy en las mismas o vaciamos aquí paraditos aha? dice el jefe de la comitiva. Mientras esperaba, ella jamás se imaginó tantas propuestas de amores furtivos, a sus adentros ¡nunca me sentí tan deseada! Una recomendación, no beber tampoco comer, la caminata hace “correr” el cuerpo, y si tiene que ocupar los “baños públicos” premúnase de esos “perros” para colgar ropa, uno por cada nariz y entran al “escusado”. Luego del percance, sanos y salvos, tierra derecha donde el OXT, en tertulia con varios “colegas de radio” saludos protocolares y el infaltable besuqueo a la sra. del coleguita, unos mas efusivos que otros, hasta con corrida de rimel. rele y choke de placa “original” viejito, Collins por supuesto, recién desembarcado del portaviones “Enterprise”. Misión cumplida, nos vamos, recién la bella, esboza un sonrisa, los colores le vuelven a su hermoso rostro de odalisca. En el retorno, por los vericuetos del viejo persa Bio-Bio, los niños logran sortear la obstinación de la madre y sus caritas felices al ver para si sus monitos, muñequitos y autitos deseados. Un día más, fin de semana atípico ¿felices todos? SI, los niños en su infancia carente de prejuicios sociales y asépticos se sintieron en un mundo mágico, distinto al de sus vivencias diarias en su entorno acostumbrado, ella manifiesta una maliciosa sonrisa “hoy, me dijeron hermosa, en el propio estilo de mi pueblo” ¿podría ser La Higuera, de Juana de Ibarburu? El guía del tour al Bio-Bio, papa y esposo de dulce y agraz, su familia volvería al persa, el agraz... choke y relé quemados,… ¡OXT te visito el próximo sábado QSL!

CATRICO NEWS AMA A LOS PERSAS